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Colchones para niños, adultos y mayores: cómo acertar en cada etapa de vida

Dormir bien es una necesidad vital, no un lujo. Sin embargo, en muchas ocasiones, la elección del colchón adecuado se deja para el final, como si fuera una decisión menor. Nada más lejos de la realidad. Los seres humanos pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, y ese tiempo es fundamental para recargar energías, consolidar la memoria y el aprendizaje, cuidar nuestra salud física y emocional y prepararnos para rendir al máximo durante el día.



A lo largo de los años, nuestro cuerpo va cambiando, ya que durante la infancia crecemos a un ritmo vertiginoso, en la etapa adulta nuestro organismo se estabiliza y, más adelante, con el paso del tiempo, aparecen nuevas necesidades físicas que también repercuten en nuestro descanso. Por eso, elegir el colchón adecuado para cada etapa de la vida es clave si queremos descansar realmente bien y funcionar bien en el día a día.

Para profundizar en cómo debe ser el colchón perfecto en cada fase vital, hemos consultado a los expertos de ColchónClub, tienda online de referencia en el descanso saludable y de calidad. Con su ayuda, vamos a tratar de desgranar las claves fundamentales que nos deben llevar a elegir el modelo más adecuado para el descanso desde la infancia hasta la madurez.

¿Cómo deben ser los colchones para niños?

El cuerpo de un niño está en constante transformación. Durante los primeros años de vida, el crecimiento es rápido e intenso, pero también variable según factores como la genética, el entorno o la alimentación. Además, los niños suelen ser los miembros más activos del hogar: van al colegio, hacen deberes, juegan, corren, practican deportes, se entretienen con videojuegos y muchas veces, todo eso en una sola tarde. Este desgaste físico e intelectual requiere de un descanso reparador, y eso sólo se consigue con un colchón adaptado a su etapa.

“El descanso infantil no es algo secundario, y cada tramo de edad tiene necesidades muy distintas que deben ser respetadas” —explican los expertos de ColchónClub—. De 0 a 2 años, el colchón ideal es el de cuna, pequeño, firme pero cómodo, con tratamiento hipoalergénico y materiales transpirables, como la viscoelástica, que previene el riesgo de asfixia postural y garantiza una correcta ventilación.

Entre los 2 y los 9 años, el desarrollo físico e intelectual exige colchones más grandes (al menos de 80x180cm), de firmeza media-alta para evitar hundimientos y garantizar un soporte uniforme. En esta etapa, lo más recomendable es optar por colchones ergonómicos, con materiales de calidad como la viscoelástica o el látex, que acompañen el crecimiento corporal sin forzar la postura de la espalda.

A partir de los 9 y hasta los 16 años, los niños se van adentrando en la adolescencia, una etapa también marcada por numerosos cambios corporales. Aquí, lo ideal son colchones, de, como mínimo 90cm x 190 cm, híbridos, con capas de viscoelástica o látex combinados con un núcleo de muelles ensacados. Esta estructura permite minimizar los movimientos del colchón y garantizar el soporte necesario para columna, músculos y articulaciones.

¿Cómo deben ser los colchones para adultos?

La etapa adulta suele asociarse a la estabilidad, pero eso no significa que todos los adultos necesiten disfrutar del mismo tipo de colchón. De hecho, la vida adulta está marcada por estilos de vida muy diferentes: personas que trabajan sentadas todo el día, otras con empleos físicamente exigentes, deportistas, embarazadas, personas con dolencias crónicas, etc.

“En la etapa adulta es donde más nos jugamos la salud postural, ya que un colchón inadecuado puede desencadenar problemas lumbares, rigidez cervical o incluso producir insomnio crónico” —comentan los especialistas de ColchónClub—. Por eso, es fundamental elegir el colchón en función del peso corporal, la postura habitual al dormir y el nivel de firmeza que el cuerpo necesita.

Los colchones de firmeza media-alta, como los de muelles ensacados combinados con viscoelástica, son muy recomendables para disfrutar de un descanso equilibrado con un buen soporte. La viscoelástica permite aliviar los puntos de presión, mientras que el núcleo de muelles permite garantizar una buena ventilación y firmeza.

Para aquellas personas que sufren dolores de espalda o de problemas musculares, lo mejor es apostar por colchones ortopédicos certificados, diseñados específicamente para proporcionar un correcto alineamiento en la columna vertebral. En cambio, para parejas con diferencias significativas de peso o necesidades de descanso distintas, seguramente lo más conveniente sea apostar por un colchón de doble firmeza o con independencia de lechos.

Por supuesto, no hay que olvidar otros aspectos que también influyen en la calidad del descanso, como los tejidos naturales, los tratamientos anti ácaros o la posibilidad de incluir topper adicional para disfrutar de un extra de confort. Y es que, como recuerdan desde ColchónClub, “descansar bien no es un capricho, sino una inversión que puede repercutir de forma directa en nuestra salud física y mental”.

¿Cómo deben ser los colchones para personas mayores?

Con la edad, el cuerpo cambia nuevamente. La masa muscular disminuye, los huesos se vuelven más frágiles, las articulaciones pierden movilidad y el sueño suele volverse más ligero e interrumpido. Además, muchas personas mayores padecen enfermedades reumáticas, circulatorias o respiratorias que también pueden afectar a su forma de dormir.

“Las personas mayores necesitan colchones que reduzcan al máximo los puntos de presión, faciliten la circulación sanguínea y ayuden a mantener una postura ergonómica por las noches” —explican los expertos de ColchónClub—. En este sentido, los colchones de firmeza media con materiales viscoelásticos o de espuma HR pueden ser excelentes opciones.

La clave reside en encontrar el equilibrio perfecto entre confort y soporte. Un colchón demasiado firme puede acentuar las molestias articulares en personas mayores, mientras que uno excesivamente blando puede impedir que se muevan con comodidad. Por eso, muchas personas mayores optan por colchones adaptables a camas articuladas, que les permiten encontrar la posición más cómoda en todo momento.

Asimismo, también debemos recordar que los tejidos transpirables, las fundas lavables y los tratamientos antibacterianos también pueden ser muy recomendables en esta etapa. Al fin y al cabo, descansar bien por las noches resulta imprescindible para preservar una calidad de vida en las mejores condiciones posibles.

En definitiva, podemos decir que elegir el colchón adecuado en cada etapa de la vida no solo permite mejorar la calidad del sueño, sino que también puede ayudar a prevenir dolencias, mejorar el estado de ánimo y contribuir al bienestar general. Con la ayuda de profesionales como los de ColchónClub, dar con el modelo ideal para niños, adultos o mayores es más sencillo que nunca. Porque ser conscientes de que hay que disfrutar de un buen descanso puede ser el primer paso para vivir mejor, en cualquier momento de la vida.

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