Disfrutando del 'Rock Imperium' de Cartagena como si no hubiera un mañana
La cuarta edición del gran festival vivió su cierre en la pradera del Batel con diez conciertos que comenzaron cuando el sol más calentaba y acabaron bien metido en la noche. Los aficionados fueron testigos del buen melódico sonido de 'SoEn' y la bizarra actuación de la 'estrella', Till Lindermann, entre otros conciertos, además de la presencia de cuatro bandas españolas y de juergas, como las vividas con los 'pogos u ollas' frente a 'Municipal Waste', a cuya vocalista pasearon en barca hinchable.
Jueves, viernes, sábado... y, por fin, domingo. Llega el final de 'Rock Imperium Fest' tras cuatro días, en los que se mezcla el goce de escuchar variado rock con unas maratonianas jornadas que cada vez son más complicadas de aguantar para los que han superado o se acercan a los cincuenta 'tacos', optando bastantes, como hemos conocido, ser selectivo y acudir a las actuaciones de una u otra banda que les gusta, pero evitar estar ocho, nueve o más horas en un recinto más pequeño que en la edición anterior (y con menos servicios), pero todavía grande y único (la pradera del Batel es ideal) para los grandes festivales de rock.
Ayer la jornada fue variada, como todas, desde grupos que nunca se habían escuchado ni se volverán a escuchar como otros que fueron una grata sorpresa, además de los que respondiendo a las expectativas y los más divos con división de opiniones.
Y sin olvidar a lo que es la gran fiesta del rock, como la que se vivió con la banda estadounidense 'Municipal Waste' que, en su 25 aniversario, actuaba todavía con mucho sol y, por tanto, calor. Fue una juerga musical, tanto por los rociados de líquidos del público, de las 'ollas o plogos' ('most', que no son muy habituales en el festival) y por escenas como ver a uno de los integrantes del grupo avanzar sobre las cabezas del público sobre una balsa hinchable.
La sesión dominical la había abierto con energía los murcianos de 'Acrónica', continuando los vascos de 'Lampr3a' y 'Vendetta FM', también de Murcia, en un cartel bastante español, pues la actuación final la puso 'Mind Driller'. Los restantes participantes fueron 'Vendetta FM' (puro músculo), los californianos de 'Death Ángel' (clásicos con actitud arrolladora), los daneses de 'D-A-D- (elegancia gamberra) y los suecos de 'In Flames', con más rugidos que voces.
Antes estuvo 'SoEn', una banda sueca con poco más de dos décadas de andadura, que conquistó por su melódico rock metálico y la elegancia de su actuación. Quedaba la gran 'estrella' de la noche Till Lindemann, vocalista de la banda 'Rammstein'. El alemán ofreció un espectáculo 'bizarro' (raro, extravagante o fuera de lo común), especialmente en las imágenes que se proyectaba, las cuales eran consideradas obscenas por unos y, en otros, lo habitual en los conciertos del germano, muy diferentes a lo normal y en línea con sus vídeo-clips. No faltó el tradicional lanzamiento de tartas, peces (con un lanzapelotas) y agua. El escenario se tiñó de rojo y las tartas volaron sobre el público en una enérgica actuación. Gustó a muchos, pero no a todos.
Los rockeros lo pasaron bien, unas veces con la música y otra con los grupos de amigos, además de sentirse muy a gusto entre (mucha) gente de similar afición musical. Por cierto, lo que hemos detectado es un porcentaje muy importante de asistentes del municipio de Cartagena, pensamos que fueron mayoría, seguidos por los procedentes de otros territorios de la Región de Murcia y de provincias próximas, quedando (más o menos) una tercera parte para los llegados de tierras más lejanas. Mañana ofreceremos un sondeo sobre esta edición efectuada entre espectadores.
Una aficionada llegada de Alicante
Fue el último día que muchos vivieron como si no hubiera un mañana, es decir, a tope, porque el año próximo el imperial rock regresará a Cartago Nova, pues como ha lanzado la organización por redes sociales: "¡Nos vemos el año que viene, Cartagena!".