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Los carthagineses no sueltan el Mediterráneo

La batalla marítima de las fiestas ha vuelto a tener como triunfadores a los púnicos, con superioridad en la prueba femenina y emocionante final en la masculina. En la foto superior, las chicas de uno y otro bando se aplauden mutuamente tras concluir la prueba y en la imagen inferior se observa un momento de la salida de los varones.



Los imperios de Cartago y Roma lucharon antaño por el poder en el Mediterráneo y esa disputa es la que se representa en la en otros tiempos llamada ‘Naumaquia’ de Carthagineses y Romanos, que, a diferencia de la batalla terrestre por Qart-Hadast, no está marco su final por la historia. En este caso el desenlace es abierto y hasta ahora, el dominio púnico es absoluto. Entre otros factores, quizás, por el factor de ‘jugar en casa’, pues la ciudad (Qart-Hadast) aún es de ellos hasta que por la tarde ataquen las legiones y la conviertan en Carthago Nova.



Las chicas fueron las primeras en competir. La salida tuvo que repertise debido a que el viento adelantó un par de metros la nave romana, como observaron los dos jueces de la Federación de Remo de la Región de Murcia que se encargan de salvaguardar el buen desarrollo de la competición. El segundo intento fue válido y la igualdad presidió el primer tramo, con ligera ventaja de la nave púnica que tenía como patrona a Cristina Bermejo en la ciaboga. La nave romana perdió opciones en esa boya y, pese al esfuerzo de las chicas que dirigía Eva Pérez, la victoria fue para las mozas púnicas.



Después era el turno de los mozos festeros, cuyo recorrido es el doble que las féminas, teniendo que doblar en dos ocasiones por sus respectivas boyas. Aquí se vivió uno de los finales más emocionantes de la historia del combate marino, entrando con la ventaja de apenas un remo la escuadra carthaginesa. Al final, júbilo púnico ante un adversario que nunca se rendirá pese a que los guarismos indican que en hombres dominan los carthagineses por 22 victorias a 6 y que en las féminas el marcador se sitúa en 11-6. Destacar, por último, el gran ambiente en torno a esta prueba y la gran deportividad que existe entre los ‘combatientes’.

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