Esplendor en la solemnidad de la ‘Misericordia divina’
La capilla anexa a la Basílica Menor de la Virgen de la Caridad, donde recibe culto la santísima patrona de Cartagena, acogió la eucaristía que se celebra el segundo domingo de Pascua, día que fue instaurado por San Juan Pablo II, el 30 de abril del año 2000, como solemnidad de la ‘Misericordia divina’.
La Eucaristía fue organizada como viene siendo habitual desde hace unos años, por la Asociación Canónica del Santísimo y Real Cristo de la Divina Misericordia, cuya solemne imagen de Salzillo se encontraba presidiendo esta celebración, que fue oficiada por el Capellán, Rvdo. D. Pedro García León, que ofició una significativa homilía, le acompañaba el Rector de la Basílica, Rvdo. D. Francisco Montesinos.
La pequeña capilla, acogió a numerosos fieles que quisieron acompañar en tan importante jornada, al presidente de dicha entidad, D José Felipe Rubio Pérez y su junta directiva.
Al termino de la Eucaristía, el presidente de la Asociación Canónica dirigió unas palabras a los asistentes, aprovechando a su vez, para imponer la insignia de planta al fundador de los portapasos del Cristo, D. José Antonio González Ortuño, por su parte, D. León García, se la impuso a uno de los Fundadores de la Asociación, D. Enrique Jesús Andrés Piñero.
Recordamos la importancia que dio a esta fecha San Juan Pablo II en Roma aquel 30 de abril, donde señaló entre otras cosas: “Es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesias se designará con el nombre de "domingo de la Misericordia divina".
A través de las diversas lecturas, la liturgia parece trazar el camino de la misericordia que, a la vez que reconstruye la relación de cada uno con Dios, suscita también entre los hombres nuevas relaciones de solidaridad fraterna.
Cristo nos enseñó que "el hombre no sólo recibe y experimenta la misericordia de Dios, sino que está llamado a "usar misericordia" con los demás: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt5, 7)". Y nos señaló, además, los múltiples caminos de la misericordia, que no sólo perdona los pecados, sino que también sale al encuentro de todas las necesidades de los hombres. Jesús se inclinó sobre todas las miserias humanas, tanto materiales como espirituales”.
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